Cuando más envidia sientas, practica el dar.
Cuando más rabia tengas, practica el observar.
Cuando más tengas dolor, practica el sentir.
Cuando más sientas temor, anímate a enfrentar.
Cuando más dudes, toma una decisión.
Cuando más hables, practica el escuchar.
Cuando más te calles, dí lo que sientas.
Cuando sientas que tengas poco, comparte lo poco que tengas.
Cuando creas que tengas mucho, regala generosamente.
Cuando te caigas una vez más, levántate y sigue andando.
Cuando sientas que ya no puedes más, recuerda que aún sigues vivo.
Cuando vayas rápido, para y respira.
Cuando no te quieras mover, da un paso aunque te cueste la vida.
Cuando no sientas amor, reconoce que el amor te trajo hasta aquí.
Cuando más sólo te sientas, déjate abrazar por el vacío.
Cuando el vacío te abrace, recordarás quién eres.